“Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.” Proverbios 21:5 (NTV)
Tener un tiempo a solas con Dios es una de las muchas otras actividades que puedes hacer – por lo menos en un aspecto. Para tener éxito, necesitas tener un plan. La Biblia dice: “Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.” Proverbios 21:5 (NTV)
Si nunca has tenido un tiempo a solas con Dios, no puedes tener un buen plan. La simplicidad es importante en cualquier plan para así poder desarrollarlo. Si haces que sea complicado, es más probable que este plan se salga de su rumbo inicial. Todo lo que necesitas para que un momento a solas con Dios sea eficaz es un cuaderno, una Biblia, y tal vez un himno o un libro de canciones.
Entonces, ¿Qué características tiene un tiempo de devocional diario?
En primer lugar, estar en silencio ante el Señor. La Biblia lo llama esperar en Dios. Se empieza con sólo sentarse y permanecer en silencio. Al hacer esto, te darás cuenta que tu motor bajará las revoluciones y te calmarás.
En segundo lugar, haz una oración de apertura muy breve. Pídele a Dios que abra tu mente y te guíe. Pídele que limpie tu mente.
Lee lentamente una porción de las Escrituras. Aquí es donde comienzas la conversación con Dios. Él empieza a hablarte a través de su Palabra, y luego le respondes a través de la oración. Lee la Biblia lentamente. No trates de leer demasiado rápido o demasiados versículos. Cuanto más lentamente leas la Escritura, más te ves obligado a pensar en lo que estás leyendo.
Medita en la Palabra. Pasa algún tiempo masticando lo que Dios dice. Mastica la Palabra como las vacas mastican el bolo alimenticio. Reflexiona y lucha con tu mente. Hay muy buenos métodos para meditar en la Palabra. Puedes encontrar ideas concretas sobre la forma de meditar en la Biblia, en libro de los Métodos de Estudio Bíblico Personal.
Escribe lo que descubres. Cuando Dios te habla a través de su Palabra, preocúpate por escribir lo que está diciendo. La escritura nos permite recordar lo que Dios nos ha dicho y registrar nuestros descubrimientos.
Ora nuevamente. Quédate tranquilo. Pídele a Dios que te muestre su Palabra. Habla con Dios acerca de lo que Él ha dicho. Dile lo que piensas acerca de lo que Él está diciendo. Habla con Él sobre cualquier cosa que está en tu mente.
No es sólo una manera de tener un momento a solas o quietud, sino de cimentarte en Él, tal y como una planta.
Empieza este viaje tan gratificante.
Reflexiona:
- ¿Alguna vez has pensado sobre tu tiempo a solas con Dios, como una conversación íntima con Dios?
- ¿Qué distracciones necesitas ignorar o erradicar para poder “estar a solas con Dios?
Campaña 40DELP Iglesia de Saddleback
Autor: Iglesia Metodista El Mesías