“Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.” Santiago 5:9
Tenemos victoria en Dios y también en nuestro compromiso con Él a seguir su Palabra y su voluntad. Él nos ha llamada a ser sal y luz en este mundo lleno de tinieblas, el intentar vivir apartando de nuestras vidas el espíritu de queja es una manera de ser luz en el lugar donde estamos.
La victoria está asegurada si estamos dispuestos a confiar en el Dios del universo, solo volveremos atrás cuando le perdamos de vista. Evitaremos el mundo “quejoso” aprehendiendo sus promesas, viviendo en ellas y por ellas.
La victoria se encuentra escondida en este versículo de Santiago: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Stg. 4: 7), sobre todo si haces caso al orden en el cual está escrito. Primero tienes que someterte a Dios, esa es la premisa para que se cumpla la parte final del versículo; después viene la lucha (la resistencia) contra el enemigo, y recuerda que la mejor lucha se encuentra, no en ti, sino en la Palabra viva y eficaz de Dios, entonces obtendrás la victoria sobre tu espíritu de queja, usando algunos de los consejos que vimos ayer. Y tal como sigue Santiago, “acércate a Dios y Él se acercará a ti, humíllate delante de Él y Él te exaltará” y te dará la victoria.
No nos rindamos en nuestro intento por mejorar sabiendo que Dios está listo para ayudarnos: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” (Mt. 7:7,8). Sigamos pidiendo para erradicar de nuestra vida toda queja hacia el otro, sabiendo que, si lo hacemos y ponemos todo nuestro empeño en ello, tenemos a alguien más poderoso que recompensará este esfuerzo y compromiso dándonos la victoria esperada.
Reflexión:
- En base a tu compromiso Dios asegura tu victoria, ¿estás dispuesto a comprometerte a dejar tus quejas en el pasado, y rendir tus pensamientos a Dios para forjar un presente libre de murmuración, así como diseñar un futuro de libertad para tu prójimo y para ti mismo?
- ¡“Lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” (2ª Cor. 10:5), y emprende el camino hacia la victoria!
Genoveva Alberola