Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme.
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
y todos mis caminos te son conocidos,
4 pues aún no está la palabra en mi lengua
y ya tú, Jehová, la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste,
y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
¡alto es, no lo puedo comprender!Salmo 139:1-6
Dios todo lo sabe, entonces cuando oramos ponemos en palabras lo que Él ha sabido siempre.
Ahora te preguntarás: “¿Entonces para qué oramos?” En realidad oramos para nuestro bien, ya que al hacerlo encontramos un alivio al decirle a alguien que nos conoce, los secretos y deseos más profundos del corazón, con la confianza plena en que no nos defraudará, no se reirá de nuestras palabras, ni las ignorará.
Lo importante es entender que la respuesta que nos dará el Señor, no surgirá de la información que le demos, sino en su perfecta voluntad y conocimiento de nuestras circunstancias. Él sabe lo que fuimos, somos y seremos, y conoce cómo afectarán esas circunstancias a nuestra vida.
Cuando leemos Mateo 6:8, vemos lo que nuestro Señor Jesús nos dice al respecto: “…nuestro Padre sabe de qué cosas tenemos necesidad antes que nosotros le pidamos”. Él conoce nuestros pensamientos, intenciones, deseos y “…todos mis caminos te son conocidos” (Salmos 139:3). Sabe lo que angustia nuestro corazón, nuestros pesares, frustraciones y los enemigos que batallan contra nuestro ser.
Si entendemos quién es Dios, pensaremos dos o más veces, antes de pedirle cosas que de antemano sabemos son incorrectas, están alineadas a nuestros egoístas deseos, o que en nuestra inocencia creemos que son las mejores para nosotros. Dios tiene todo el conocimiento, sabiduría y la fuerza, no le podemos enseñar nada, ni podemos doblarle el brazo. El conoce el mejor camino, la ruta que más se adapta a quienes somos, y sabe que es lo que verdaderamente necesitamos.
- No podemos enseñar a Dios sabiduría, pero sí podemos confiar totalmente en Él y amarlo.
- Ciertamente Dios conoce el principio y el final, entonces le podemos confiar todo lo que está en el medio.
«¿Acaso se le enseñará sabiduría a Dios, siendo que él es quien juzga aun a los que están en lo alto?» (Job 21:22).
Mi devocional
One thought on “ENTONCES, ¿PARA QUÉ ORAMOS?”
A Dios no le podemos enseñar sabiduría y dársela , él es el sabio por excelencia, pero si podemos pedírsela , en Santiago 1:5 dice que si alguno tiene falta de sabiduría que se la pidamos el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada . El Señor conoce todo de nosotros no le podemos engañar, pero es necesario que por el bien nuestro le pidamos aunque él ya lo sepa de antemano, porque cuando oras la actitud primera es inclinar nuestro rostro en señal de reverencia y humildad son expresiones del alma buscando estar en su presencia, cuando conseguimos estar en su presencia todo cambia, el alma se regocija y se expresa porque está en la misma presencia del padre , un padre de amor y de misericordia que calma la sed de nuestra alma , que Dios nos dé sabiduría para saber escoger la mejor parte , bendiciones ❤️🙏🏼