DÍA 25: DE OSCURIDAD  A LUZ


Jesús, nombre sobre todo nombre

“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte luz resplandeció sobre ellos” Isaías 9:2

En algún momento de nuestra vida todos hemos pasado por la oscuridad. Cuando fuimos niños la oscuridad nos aterraba tal vez porque oímos historias ( en casa, colegio o amigos )  o escuchamos de cuentos o visto una película u hojeado algún libro donde observamos imágenes de oscuridad. Una experiencia, foto o sencillamente la imaginación de cada uno puede despertar miedo a la oscuridad.  Algunos han superado esta etapa, otros se han quedado estancados con el temor de aquella experiencia y la arrastran. Como adultos podemos observar que hay dos tipos de miedo a la oscuridad. El preventivo que nos hace ser cautelosos cuando estamos o caminamos por un lugar donde hay peligro,  no hay luz y hay tinieblas. El irracional que es producido por los riesgos que no podemos ver pero imaginamos que están y pueden llegar a bloquear la reacción y la capacidad de pedir ayuda. A este tipo de miedo a la oscuridad se le llama “nictofobia”.

Es cierto que la oscuridad nos acompaña siempre, tanto la real de caminar por lugares tenebrosos y oscuros, como la espiritual y emocional pasando por épocas, circunstancias y experiencias negativas, pecaminosas y negras en el transcurso de la vida donde hay más tinieblas que luz.

¿Recuerdas alguna época de tu vida cuando pasaste por la oscuridad o tal vez estás transitando ahora por esta circunstancia? No ves solución, no hay respuesta, se acumulan los problemas sin encontrar la salida y el túnel se hace largo porque además vas sin luz, y no ves a un palmo.  Todos pasamos por luchas y tormentas que producen oscuridad a nuestra alma, algunos trayectos son cortos y otros muy largos y se hacen eternos. En esta circunstancia de oscuridad la luz de Dios alumbra y es momento de conectar la corriente, activar la fe por medio del evangelio de Jesús que trae luz y dice:  “ Yo he venido como la luz del mundo para que todo el que crea en mi no permanezca en tinieblas” ( Juan 12:46).

Las personas que están conectadas a la luz de Cristo que tienen TODO EL PODER son aquellas que han conocido la derrota, experimentado el sufrimiento, atravesado la lucha, pasado por la pérdida y nunca han perdido la esperanza aun atravesando esa oscuridad profunda. No te encalles en ese tramo del viaje de tu vida y continúa siguiendo el rumbo correcto porque un buen puerto te espera con un faro llamado Jesús que ilumina la entrada, y allí estarás resguardado sin miedo ni angustia. “Los que moraban en tierra de sombra y de muerte, luz resplandeció sobre ellos”. ( Isa 9:2)

Habrá un día en que estas horas hostiles, estos días de luto, odio, violencia, malestar, tensión y zozobra parecerán el más débil de los recuerdos, pero  mientras tanto el camino es oscuro, empinado y largo el cual debe de ser iluminado por Jesús en cada jornada. Así que no te canses, no te desesperes, no abandones a tus hermanos, y no olvides que a través de esta oscuridad de ahora nosotros y solo nosotros llevamos la luz de la libertad que nos da Cristo el Señor porque esa es la esencia de su NOMBRE : DIOS CON NOSOTROS … siempre. En este grato tiempo de Navidad aún con las circunstancias complicadas que vivimos es un buen reto ir hacia Belén, como los pastores y descubramos tal vez por primera vez o de nuevo la esencia de aquel nacimiento : JESÚS, SALVADOR, LUZ para ti.

Jorge J. Pastor

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