DÍA 17: EN MEDIO DE LA TORMENTA


Jesús, nombre sobre todo nombre

 Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo. Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? (Mc. 4.34-41)

Estando Jesús en la barca con sus discípulos se desató una gran tempestad. Estos estaban aterrorizados, y con miedo clamaban a Jesús: ¡Sálvanos que perecemos!

Cristo tuvo un remedio efectivo para aquellos discípulos que temblaban asustados, se acercó donde estaban y les acarició con cariño y paz. Entonces les dijo que no tuviesen miedo alguno y seguidamente calmó la tempestad. Jesús mostró su paz a los discípulos dando a conocer que tiene el poder para dominar y eliminar la inquietud.

En la actualidad, vivimos momentos tempestuosos, llenos de conflictos e incertidumbre. Pero Jesús calmó la tempestad hace dos mil años y también puede hacerlo ahora. Lo hizo con los discípulos y lo puede hacer contigo en tus momentos de angustia y desesperación.

¿Tienes tempestad en tu vida? Sube a la barca con Jesús, búscale y Él con su paz calmará tu tempestad. Ante cualquier circunstancia Jesús estará con nosotros en todo el camino y nada podrá impedir que lleguemos “al otro lado”.

¿Sabes lo que hace una gallina con sus polluelos cuando viene una tempestad o es de noche? Los junta bajo sus alas para protegerlos. La biblia dice que el Señor hace lo mismo con sus hijos. “…pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio.” Salmo 91

Joanna

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