25 días con un mismo Espíritu
«He aquí, el mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. Iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que, mientras iban conversando y discutiendo el uno con el otro, el mismo Jesús se acercó e iba con ellos. Pero sus ojos estaban velados, de manera que no le reconocieron.» (Lucas 24:13-16)
Los discípulos estaban hablando entre sí de lo que había acontecido en estos tiempos, es decir estaban hablando de Cristo, sus conversaciones se centraban en él. Y en este momento se les apareció, aunque ellos no lo pudieron reconocer.
En los momentos en que nos reunimos para hablar de Cristo, Él se suele manifestar de una forma u otra aunque no siempre lo percibamos, pero son los momentos que Él elige para hacerlo. Por lo tanto elijamos conversaciones cristocéntricas, conversaciones que edifiquen a todos, para que por medio de ellas se manifieste el Señor, para que podamos crecer en Él y Él se pueda manifestar en medio nuestro. Dios debe ser dado a conocer por medio de nuestras conversaciones, porque tal como dice Pablo en Colosenses 2:2 “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.”
¿Cómo se encontraban los hermanos cuando llegó el día de Pentecostés? “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.” (Hechos 2:1) Podemos estar unánimes juntos aún sin estarlo físicamente. Nos unimos en pensamientos y en actitudes, nos unimos en un mismo Espíritu que nos da poder para vencer “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos de una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.” (1ª Corintios 1:10).
Nuestras conversaciones de watsapps, e-mail, etc., en estos tiempos de tensión, deben edificar a nuestros hermanos, deben centrarse en la mutua edificación. No amplifiquemos los temores de nuestros hermanos con nuestros propios temores e inseguridades. Tomemos ejemplo de Caleb y Josué cuando inspeccionaron la tierra prometida. En Números 13: 27-33 vemos cómo la mayoría añadieron sus temores a la situación ya delicada de por sí, y vemos en Números 14:6-9 cómo al contrario, Caleb y Josué aportaron su confianza en Dios. Nuestra confianza en Dios y su proclamación es una forma de serle fiel.
El miedo se contagia pero también lo hace la confianza. La cuestión es: ¿qué queremos transmitir?
«Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;…» (Hebreos 10: 23,24)
Genoveva Alberola
2 thoughts on “DÍA 13: CONVERSACIÓN”
AMÉN!! Hoy más que nunca qué importante es el estar unánimes, edificándonos unos a otros con las promesas del Señor,
animar a perseverar con “los ojos puestos en Jesús”, con esperanza , con la convicción de que Dios obra sus propósitos en nuestra vida no “a pesar de” las circunstancias sino “a través de” ellas!
en este tiempo es para fortalecernos con la palabra de Dios, y ayudar a que aquellas personas que no conocen de la palabra de Dios y también como las personas que se encuentran solas que necesitan una ánimo de aliento para que ellos se puedan fortalecer.