¿Desanimado?


Te he mandado que seas fuerte y valiente. No tengas, pues, miedo ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Josué 1:9

El desánimo es una fuerza poderosa y destructiva. Antes de que podamos entender cómo ser libres de esta tentación tan común, debemos reconocer su dañina naturaleza.

Debemos ser conscientes de que el desánimo…

Es algo que elegimos. Aunque es una reacción natural a circunstancias difíciles, tenemos el poder de elegir una reacción diferente. Nadie más es responsable de nuestro desánimo.

Es universal. De vez en cuando, todo el mundo enfrentará períodos de decepción y desaliento porque vivimos en un mundo imperfecto lleno de personas imperfectas.

Puede repetirse. A veces, pensamos que hemos resuelto un problema, y vuelve a aparecer cuando menos lo esperamos. O podemos tener antiguas heridas emocionales que reviven según lo que alguien diga o haga.

Puede ser temporal o de por vida. Negarse a enfrentar el desánimo puede influir en nuestras decisiones, acciones y relaciones a lo largo de nuestra vida.

Puede ser vencido. Con la ayuda del Padre celestial, podemos superar los períodos de desaliento.

Él quiere que sus hijos tengan una vida rica y plena. Si confiamos en sus promesas y en su carácter, nuestros sentimientos de desaliento serán reemplazados poco a poco por la esperanza.

¿Estás atrapado en la agonía del desaliento? Si es así, el Señor Jesucristo quiere levantar tu ánimo. Deja que te ayude a salir de ese estado tan negativo: comienza por creer en que nuestro Padre celestial desea animarte, y encamina de nuevo tu vida con Él.

Elías Nofuentes

One thought on “¿Desanimado?

  1. Bella promesa y muy pertinente para mi vida en estos días!
    El transforma todas las cosas, si le permitimos y confiamos que lo hará!
    Gracias X tu mensaje!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

logo