Colosenses 1:16-17
¡Qué gloria, majestad y poder de nuestro Cristo!
El apóstol Pablo nos enseña en este hermoso pasaje que el Señor creó con su palabra todo lo que vemos y aún lo que no vemos, las cosas pequeñas y las grandes. Las leyes que rigen los planetas, el universo. Creó las huestes celestiales y también hasta la más pequeña célula del cuerpo humano. Pero no solamente creó, sino que también sustenta lo creado. Todo depende de Él. Las cosas se mantienen juntas y funcionando por Él. Sin el Señor todo dejaría de ser.
Esto deriva en un asunto incuestionable “Todo es de Él y para Él”. Cristo es la causa primera y también la última.
En este tiempo de Navidad alentémonos una vez más con esta poderosa verdad. ¡Ese majestuoso Dios, que controla todo con su poder, es mi Dios y el tuyo!
¡Cuán bendecidos somos al tener un Dios así! ¡Qué confianza y seguridad trae a nuestra vida saber que pertenecemos al Dios que sustenta todo con su poder! ¡Descansemos en el Creador y Sustentador de este Universo que reina con poder para el bien de sus hijos hasta el final!
¡A Cristo exaltamos en esta Navidad!
Yigani Miralba, Torrent