“Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca más que mi comida” Job 23:12
“Entonces tus oídos oirán a tus espaldas estas palabras: “¡Este es el camino; ¡andad por él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda!” Isaías 30:21
Como Job deberíamos querer que la Palabra de Dios guiara nuestros pasos y guardarla más que la comida ¿cierto? O como nos enseña Isaías, ser capaces de escuchar la voz de Dios a nuestra espalda, diciéndonos que camino debemos coger.
Pero ¿cómo escuchar Su voz? ¿Será cierto que habla todavía? Puedes estar seguro de que sí. Dios es un comunicador, él nos dio el regalo de la comunicación. Significa que nos habla, y que nosotros tenemos la habilidad de oírlo – y hasta de responder a su voz. Si Dios todavía nos habla, entonces debemos hacer todo lo que está a nuestro alcance por reconocer su voz y escucharlo. Necesitamos aprender a escuchar, porque con frecuencia la ausencia de esta habilidad es lo que impide que se establezca la comunicación.
Dios habla a través de su palabra: Dios nos ha revelado muchísimo de su voluntad y su plan para nosotros en la Biblia. Pasar tiempo leyendo su palabra es una de las formas más eficaces de escuchar directamente su voz.
Dios habla a través de su susurro: Él con frecuencia habla suavemente a nuestro espíritu, nos da sueños, visiones y dirige nuestros pensamientos hacia sus planes.
Dios habla a través de su pueblo: A veces Dios se comunica con nosotros usando a otros cristianos. Ya sea para alentarnos, corregirnos o guiarnos.
Hoy quizá tengas que preguntarte, ¿qué ruidos, clamores, etc., se interponen que no te dejan enfocarte en su voz?
¿Qué tienes que hacer para convertirte en un mejor oidor?
Elvira Jardines