Jesús, nombre sobre todo nombre
Cuando estoy escribiendo este pensamiento para hoy está finalizando noviembre, y mirando atrás este año, podemos decir como mínimo que ha sido muy extraño. Comercios cerrados, negocios que hacen aguas, partidos de futbol sin sus seguidores, suspendidos los grandes conciertos, calles desiertas e incluso los preparativos de la Navidad serán muy distintos sin las grandes concentraciones de personas. Y todo esto produce tristeza y no es para menos. Nadie hubiera pronosticado una catástrofe de esta magnitud. Incluso el sistema de salud está en algunos lugares colapsado y por otra parte ralentizado porque no pueden atender sino las urgencias. Y a esto añadimos las miles de personas que han fallecido a causa de la Covid y los que están luchando para salir adelante. Este caos produce tristeza en la sociedad que es el conjunto de las personas que la formamos.
En el Salmo 30 tenemos unas palabras que debemos de escuchar en este 2020, con esta generación próspera y orgullosa que está siendo humillada. David que escribió su experiencia personal y llegó hasta el abismo porque estaba casi muerto, despertó a la vida cuando pensaba que todo estaba perdido.
Dios lo sacó de una experiencia muy traumática donde la tristeza se hizo patente. ¿Reconoces que Dios te saca de tus experiencias difíciles? Pero para el Hijo mayor de David, fue literalmente cierto. Ese Hijo mayor es Jesús, descendiente de la familia de David. Este Jesús que murió en la cruz, cuyo cuerpo y alma fueron destrozados e incluso estuvo enterrado viernes y sábado y el domingo por la mañana se levantó de la tumba con gozo. Debido a que Dios ocultó su rostro había mucha tristeza en los seguidores de Jesús, pero él, gozoso, estuvo con ellos el domingo por la mañana a primera hora esperándoles. Y ahora gracias a Jesús, nombre sobre todo nombre, experimentamos gozo y no ira ni maldición.
Anhelamos su misma presencia ahora por el Espíritu Santo que con bondad sana nuestras heridas, y secará todas nuestras lágrimas y nos ofrece esta nueva esperanza de que Dios hará nuevas todas las cosas. (Apocalipsis 21).
Tal vez estés viviendo ahora en el sufrimiento, porque todos en algún capitulo de la vida pasamos por estas circunstancias. Puede ser comunitario o personal, pero siempre es muy doloroso atravesar esos caminos tortuosos. En ocasiones nos golpea cuando menos lo esperamos y nos muestra nuestra fragilidad y pequeñez. Es posible que tengas que pasar un duelo en este tiempo por alguna pérdida. Sin embargo, cuando tengo tiempo de reflexionar y evaluar lo que está sucediendo, mis recuerdos se combinan con otra emoción: el gozo que Jesús me da en la tormenta.
El evangelio de Juan dice “Os aseguro que vosotros gemiréis y os lamentaréis, mientras los del mundo se alegrarán. Vosotros estaréis tristes pero vuestra tristeza se convertirá en alegría”. (Jn.16: 20) ¡Qué mensaje más poderoso! Jesús promete convertir tus dolores en gozo por quien es Él. ¿Crees esto?
Tu dolor que hoy es insoportable se convertirá en gozo. Vuelvo a preguntar ¿crees esto? Entonces no vivas limitando el poderoso nombre de Jesús en tu vida, pensando y viviendo como si sus promesas no fueran a cumplirse. Su nombre merece ser adorado, respetado, santificado y aplicado por medio de un encuentro santo con Él, quien te espera para darte audiencia personal. Y cuando hayas sido recibido por Él, te confirmará el gozo y dará la porción que necesitas para hoy. “En tu presencia hay plenitud de gozo” Salmo 16:11.
Jorge J. Pastor-Mut