25 días con un mismo Espíritu
«El hierro con el hierro se afila.»
Proverbios 27:17
Jesús en casa no estuvo ocioso, sin hacer nada, provocando problemas y enfrentamientos. Estuvo aprendiendo el oficio de ebanista, tornero, aunque nosotros lo simplificamos y decimos carpintero. Ningún trabajo honrado es indigno.
Esos años primeros junto a José, aunque no lo engendró fue su padre y le educó y enseñó con paciencia, constancia, amor y visión de futuro. José era sabio y amaba al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, al Eterno, por eso fue elegido para depositar bajo su custodia la vida de Jesús.
Y Jesús aprendió a obedecer a su padre en el taller de la casa. Aprendió a lijar la madera a mano, haciéndose heridas y después callos. Esas manos que tanto bien harían y que serían horadadas en el Calvario. Esas manos que fueron aprendiendo en casa a sacrificarse para hacer una obra de arte. Para ello era necesario que José, el que tenía la patria potestad en la tierra sobre él, dedicara tiempo, largas horas, métodos y estrategias para construir las puertas, ventanas y los comederos de los apriscos para los rebaños. También hizo cayados para apoyarse y varas para disciplinar.
Todo lo aprendió en casa, junto a los suyos y se aplicó el proverbio: “hierro con hierro se afila.” Hay beneficio mutuo en el frotamiento de dos hojas de hierro. Hay bendición mutua cuando afilamos o lijamos nuestras diferencias. La Palabra de Dios es una “espada de dos filos” (Hebreos 4:12), y es ahora esa Palabra que en nuestros encuentros, comunión o cualquier relación, se hace más evidente y nos revela la verdad sobre nosotros mismos .
Deseo que hoy en YO ME QUEDO EN CASA, comiences a dejar que el Espíritu lije las partes, los bordes, las aristas que te hieren o que tu hieres a los demás. ¿Has descubierto que parte de tu carácter hiere a los que están cerca de ti o tienen un encuentro esporádico contigo? Por lo general siempre pensamos en lo que nos hacen y no en lo que hacemos nosotros hacia los demás.
En tu carpintería bajo las órdenes de Jesús, deja que sus manos te acompañen y cual torno moldeen tu vida. Malaquías 3:16 dice: “… los que temían al Señor hablaron cada uno a su compañero; y el Señor escuchó y oyó.” Cuando nos afilamos, lijamos y ayudamos unos a otros, el Señor escucha desde el cielo y se complace. Ningún pensamiento se queda sin revelar.
En este tiempo aprende a obedecer para lijar y que Dios prepare una obra de arte en ti. Es tiempo de SERVIR, porque si no SIRVES, NO SIRVES. Qué mejor ocasión que estando en esta situación con el virus que acecha, puedas salir de esa zona cómoda, crítica, agria, suspicaz o simplemente mediocre o apática, pasota y dejes que los frutos del Espíritu florezcan en ti como gozo, fidelidad, gratitud, modestia, mansedumbre… (Gálatas 5:22-23).
Quédate en casa y que sea el taller experimental de algo grande que va a pasar en ti en el futuro. Aprovecha esta lección que Dios nos ofrece. Nada sucede por casualidad.
Jorge Pastor
5 thoughts on “DÍA 2. ME QUEDO EN CASA LIJANDO ASPEREZAS.”
Muy buena reflexión…hay cosas que hay en nosotros que no vemos…pero los demás si ven …
En nuestro carácter…hay que cambiar..bendiciones
Gracias Jorge, mi padre era carpintero ebanista y eso requiere tener humildad y no darse por vencido , yo estuve trabajando cuatro años de mi vida con él en su taller , trabajé en la espigadora en la tupid y en la escuadradora están eran máquinas que daban formas a lo que querías hacer , pero el acabado se hacía a mano con la lija y mirando que los cantos quedarán bien, me enseño que para que algo salga bien tú tienes que estar bien y eso se consigue estando en las mejores manos en las De Dios , gracias que mi padre terrenal también nos enseño a amar a Dios , Feliz día
Muchas gracias. Bendiciones.
Dedicamos mucho y más tiempo a los de fuera, hoy es el tiempo para dedicarlo a los de dentro, compartir los quehaceres e involucrarnos en todo y con todo lo que somos, sobre todas las cosas a crecer en espíritu y verdad, por que un día saldremos como Cristo Jesús a anunciar las buenas nuevas a todos aquellos que no conocen de Dios, pero que han quedado sensibles por las circunstancias actuales. Ánimos tu puedes y serás mensajero del padre eterno.
Muchas gracias Jorge. Dios en este tiempo tiene muchas cosas que enseñarnos y este mensaje es una de ellas.
Bendiciones a todos.
Paco Luis.