DÍA 14: OBEDIENCIA


25 días con un mismo Espíritu

«En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.» (Génesis 22:18)

Algunas versiones traducen “serán bendecidas…”, pero prefiero seguir la traducción original “serán benditas”.

Por su obediencia Abraham ha traído y sigue trayendo bendición a todas las naciones de la tierra, pero éstas “serán benditas”, es decir tendrán en sí mismas esta condición, formará parte de sus genes, ellas serán la bendición en medio del mundo.

¿Alguna vez has tenido ganas de tener un cierto rasgo de carácter o un rasgo físico? ¿Ser alto, moreno, rubio, ser justo, compasivo, amoroso, atrevido, etc…? Este pasaje nos demuestra que tenemos una característica, somos benditos/as, a través de la obediencia de Abraham. ¿Pero, somos conscientes de tenerla? ¿Vivimos de acuerdo a ella, o la tenemos escondida?

Ya que la tenemos la debemos desarrollar en su máxima potencia. Para poder hacerlo serán necesarios unos sacrificios. La fe de Abraham le llevó a sobreponerse a sus emociones, la lucha tuvo lugar en su corazón, tal como David Jackman, en su libro Abraham, dice refiriéndose al patriarca: “el sacrificio de Isaac se había llevado a cabo en el corazón de Abraham”.

Los sacrificios se llevan a cabo en nuestros “corazones”, en nuestras emociones, se libra una batalla invisible a los ojos ajenos, y todos los sacrificios que realizamos para nuestra obediencia a Dios pasan por una conexión interna y personal. No hablemos de un sacrificio del tamaño al que se enfrentó Abraham, hablemos de unos menos dramáticos pero también difíciles de llevar a cabo y diferentes para cada uno de nosotros. Por ejemplo sacrificar el ego para acercarte a esa persona que te resulta tan arisca, o sencillamente “que no puedes tragar”, a tu enemigo, familiar, conocido o vecino,  y que necesita de tu ayuda; sacrificar tu tiempo para dedicarlo a lo que Dios te demanda, es decir a los demás, cuando estás cómodo en casa disfrutando de un tiempo de descanso merecido; sacrificio económico para suplir alguna necesidad ajena; sacrificio de tus emociones de ira para no dañar a nadie, de tus emociones de alegría para compartir pena con el otro; de tu decepción, desaliento, resentimiento, desconfianza, miedo, inseguridades, etc… para poder ser ese canal de bendición que el mundo necesita.

Todas estas batallas se llevan dentro de nuestro corazón, las batallas entre Obediencia, Fe y … (…pon lo que te toca a ti personalmente). Libremos batalla y liberémonos de lo que nos esclaviza y entorpece la manifestación de ese “ser bendito/a” heredado de la obediencia de Abraham. ¡Apoyémonos unos a otros y seamos canales de bendición para Gloria de Dios!

Genoveva Alberola

2 thoughts on “DÍA 14: OBEDIENCIA

  1. Amen muchas gracias ser humilde de corazón y compasivos con otros nos hace ser mejor personas, es mejor despojarnos del orgullo para acercarnos alos demás

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