DÍA 13: EN TIEMPOS DE CONFLICTO


Jesús, nombre sobre todo nombre

Según la RAE, conflicto es: combate, lucha, pelea, enfrentamiento… En psicología: coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos. Yo añadiría: enfrentamiento entre personas o cosas, entre naciones o grupos de intereses contradictorios.

En la historia casi siempre ha habido enfrentamientos, pero a veces han llegado a su punto álgido, y se han producido consecuencias espantosas como el diluvio o la diáspora del pueblo judío. Y más recientemente el genocidio armenio, los gulags, el holocausto o la segunda guerra mundial. Creo que el denominador común es la rebeldía del hombre contra el Creador.

Así: “El Gran Conflicto” es una batalla del hombre contra la soberanía de Dios. “Seré semejante al Altísimo“, se jactaba “Lucifer”.

«¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.» Stgo. 4:1-3

Y qué duda cabe que vivimos en tiempos de conflicto: entre los que tienen mucho y los que no tienen nada. Como decía Mahatma Gandhi: “Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia”.

Tenemos tendencia a culpar a los otros: a las grandes corporaciones, a mi jefe, a un sistema de creencias … pero llevamos en los genes la codicia y el egoísmo demasiado arraigados. En lugar de ver la situación con el prisma individualista, hemos de intentar verlo con la perspectiva de Dios. Y Él nos dice:

« Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.». Efesios 6:12

¿No crees que Dios nos creó para que viviésemos en armonía con Él mismo y entre nosotros?

¿Tienes poder para cambiar el mundo? Lo tienes para cambiar tú, con la ayuda del Dios de Paz y para influenciar a tu entorno.

Antonio Arroyo

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