Jesús, nombre sobre todo nombre
En el devocional anterior veíamos que las emociones son necesarias. Dios las diseñó como luces de advertencia para mostrarnos que hay cosas que tenemos que atender. La tristeza es una emoción que se produce cuando nos enfrentamos a un acontecimiento desagradable que necesitamos afrontar, si no lo hacemos quedamos estancados y no crecemos e incluso pudiera degenerar en algo más grave, como la depresión.
Analicemos un ejemplo bíblico en el que la superación de la tristeza produjo crecimiento a los corintios:
Aunque os entristecí con la carta, no me pesa, pero sí lo lamenté entonces, pues veo que aquella carta os entristeció por algún tiempo. Ahora me gozo, no porque hayáis sido entristecidos, sino porque fuisteis entristecidos para arrepentimiento, porque habéis sido entristecidos según Dios, para que ninguna pérdida padecierais por nuestra parte. 2ª Corintios 7. 8 – 9 (RVR)
En la primera carta de Pablo a los corintios toca temas muy serios; comienza con la necesidad de unidad, como consecuencia de las divisiones en la iglesia, continua con el juicio, la inmoralidad, los litigios civiles, el Espíritu Santo y los dones, la Cena del Señor… en varias ocasiones utiliza palabras muy fuertes y esto ha producido tristeza en los hermanos de Corinto.
Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte. 2ª Corintios 7.10
El apóstol les da la clave de su gozo “Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación” La preposición griega expresa la idea de inclinar a , podríamos traducir que cuando la tristeza nos mueve a inclinarnos ante la voluntad de Dios nos lleva al arrepentimiento ( μετάνοιαv, un cambio interior que nos lleva a abandonar talantes anteriores y resulta en nuevo comportamiento) y este a la salvación.
Si hubieran enfocado su tristeza hacia la autocompasión, o la reacción violenta contra Pablo “la tristeza del mundo”, habrían entrado en una espiral autodestructiva que podría haberse convertido en depresión o en resentimiento que les hubiera conducido a la autodestrucción, como a Judas.
La conclusión lógica es que en tiempos de tristeza… Su nombre trae gozo
Antonio Calero