“Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.” Romanos 10:17 (NVI)
Supongamos que eres un jardinero. Has aprendido que puedes sembrar exactamente las mismas semillas en tres lugares diferentes y puedes obtener tres resultados diferentes. En un lugar, obtendrás tomates gigantes. En otro, obtendrás tomates pequeños. Y en el tercer lugar, no obtendrás nada. ¿Cuál es la diferencia? No es la semilla; es la tierra. La tierra debe estar preparada para la semilla.
Lo mismo ocurre cuando se oye la Palabra de Dios. Tu corazón tiene que estar preparado para la Palabra. Si te levantas tarde, tienes problemas para encontrar estacionamiento, y te pones irritado cuando llegas a la iglesia, ¡probablemente no vas a escuchar la voz de Dios! No estás con un ánimo receptivo.
Es por eso que puedes tomar dos personas de la iglesia, ponerlos juntos, y uno saldrá pensando que Dios realmente le habló y el otro no va a sacar nada del servicio. El corazón de una persona estaba preparado, y el corazón de la otra no lo estaba.
La Biblia dice: “Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.” (Santiago 1:19b-21 NVI)
Para una buena recepción, este pasaje nos enseña que tienes que tener cuatro actitudes:
- Debes estar en silencio. No puedes escuchar a Dios si estás hablando.
- Tienes que estar tranquilo. No puedes apresurar a Dios. Si estás desesperado, no vas a escuchar a Dios. La Biblia dice: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.” Mi traducción de esto es “Siéntate y cállate”.
- Tienes que estar limpio. Antes de que puedas reunirte con Dios, necesitas quitarte alguna basura emocional y espiritual. Tienes que deshacerte de las cosas que huelen mal en tu vida. Te deshaces de la basura confesando tus pecados a Dios y acordando con Él que lo que hiciste es incorrecto.
- Necesitas ser humilde. Debes estar dispuesto para hacer lo que Dios te dice en su Palabra. Una actitud soberbia no va a funcionar.
Reflexiona:
- ¿Por qué crees que el orgullo es un pecado difícil de confesar?
- ¿Qué te impide oír la voz de Dios hoy?
Campaña 40DELP Iglesia de Saddleback
Autor: Iglesia Metodista El Mesías