Lectura: Tito 1:1-9
Como ciudad invadida y sin murallas es el hombre que no domina su espíritu. -Proverbios 25:28.
Un viejo adagio dice: “La próxima vez que quieras una magdalena (pan o cupcake de chocolate), come una zanahoria”. El dicho es un buen consejo para los que están a dieta, pero puede que aquellos que lo formularon nos tuvieran a todos en mente. Al disciplinar nuestros deseos cuando no hay principio moral alguno en juego, nos preparamos para aquellos momentos cuando nos enfrentamos a alguna tentación a pecar.
Es a este tipo de disciplina al que Pablo se refería cuando uso el término “dueño de sí mismo” en su lista de calificaciones para el liderazgo de la iglesia (Tito 1:8). Necesitamos este recordatorio hoy. Muchas personas creen que pueden vivir de manera inmoral ahora y detenerse de repente cuando quieran. Debido a que no consideran el poder adictivo del pecado, encuentran que vivir de acuerdo con sus buenas intenciones es mucho más difícil de lo que habían previsto.
Proverbios 25:28 nos dice que si carecemos de autocontrol, estamos tan indefensos como una ciudad con muros destartalados. La autodisciplina constante formara nuestro sistema de defensa espiritual contra las fuerzas del mal.
- Cuando nos disciplinamos para mantener nuestros deseos ordinarios bajo control, hacemos un hábito de vida virtuosa, y practicamos la realidad de las palabras de Pablo en Romanos 6:18, “y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia.”
- Para el desarrollo de una disciplina se necesita tiempo, hoy es un buen día para iniciar con una disciplina de tener tiempos a solas con Dios.
www.midevocional.org