“Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” Mateo 24.14

Cuando era niño y escuchaba vociferar a mi madre… ¡a comerrrr!, mi tendencia era esconderme; odiaba las lentejas, el puchero y otros platos de larga elaboración, pero de muy mal gusto para un paladar que estaba sin formar. Gracias a la perseverancia de mi madre lo que acabó cambiando fue mi paladar, lo cual es de agradecer porque las propiedades nutritivas de aquellos guisos era lo que más convenía a un “flacucho” (en aquella época) como yo.

Digo todo esto porque, cuando nos disponemos a escuchar una predicación, puede que nos resulte como aquel grito, “¡a comerrr!”. Cada mensaje que se prepara para el domingo es como la elaboración de un guiso. En él se ponen los ingredientes necesarios para que, más allá de que su sabor nos sea exquisito o no, nos nutra espiritualmente y nos ayude en nuestro desarrollo.

En la serie “unos a otros” en la que nos estamos adentrando, habrá ingredientes que nos gustaría dejar de lado, en el borde del plato; pero sería un error hacerlo ya que, probablemente es lo que más estemos necesitando. Aliméntate de todo lo que la Palabra de Dios tenga para ti en estos días. No rechaces nada. El resultado puede ser de gran bendición para tu vida y para la vida de los que te rodean.

¡Buen provecho!

Pastor Elías Nofuentes